La conversión personal y social es fundamental; sólo de esta manera nuestro corazón superará las determinaciones impuestas por nosotros mismos que nos esclavizan y nos atan, para poder encontrarse con la mirada de Jesús como lo hizo Zaqueo desde aquel sicomoro.
Mientras vas de camino
Agradece a la tierra
Que te acuna y te aloja como madre y maestra
Tiene arrugas su rostro montañosa belleza
Llega miga sus ríos, tiene sangre en sus venas
Mientras vas de camino y te empuja los vientos
Y te empapa la lluvia, el sol quema en silencio
Sentirás que la vida tiene su movimiento
Obedece su ritmo que te lleva su aliento.
Agradece a la tierra
Que te acuna y te aloja como madre y maestra
Tiene arrugas su rostro montañosa belleza
Llega miga sus ríos, tiene sangre en sus venas
Mientras vas de camino y te empuja los vientos
Y te empapa la lluvia, el sol quema en silencio
Sentirás que la vida tiene su movimiento
Obedece su ritmo que te lleva su aliento.
Mientras vas de camino...